No sé vosotros, pero yo no puedo con la sequedad de Madrid. Se me seca la piel, los labios, la nariz… Vale que para otras cosas es maravilloso (adiós, pelo encrespado) pero para mi piel es realmente mortal. Si no uso una buena hidratante diariamente, enseguida parezco una serpiente a punto de mudar la piel.
Una de las cosas que más me ayuda contra esta sequedad es la manteca de karité. El karité es un producto natural que nace de un árbol del centro y oeste africano, el Butyrospermum parkii. Los frutos de este árbol son almendras recubiertas de una dura piel, que se pelan y se trituran y manipulan hasta obtener la manteca de karité. La podemos comprar tanto pura como incorporada en productos cosméticos.
¿Para qué sirve? Pues básicamente para todo: hidratarnos de los pies a la cabeza (podemos usarla hasta en el pelo y en el cuero cabelludo), prevenir estrías (es un producto perfecto para embarazadas), se puede usar para afecciones leves de la piel como dermatitis, eczemas, y hasta como remedio contra las quemaduras solares.
Con todos estas propiedades en mente, decidimos elaborar una crema hidratante y regenerante, que además de llevar manteca de karité tuviera además, rosa mosqueta. La rosa mosqueta, de la que os hemos hablado en otras ocasiones, es un complemento perfecto para la manteca de karité por sus propiedades regenerantes y sus múltiples antioxidantes. La mezcla de estos dos productos es una crema que nosotras usamos para prácticamente todo. Esta receta que os dejamos aquí lleva también aceite de árbol del té, porque yo personalmente la uso para el cuidado de mis tatuajes y para ello necesito que proteja contra las infecciones; pero podéis sustituirlo por aceite esencial de lavanda si no vais a darle ese uso. ¡Aquí la receta!
Crema regenerante de manteca de karité y aceite de rosa mosqueta.
Ingredientes:
- 50ml de manteca de karité
- 50ml de aceite de rosa mosqueta
- 1ml de aceite esencial de árbol del té ó 2ml de aceite esencial de lavanda
- Fundimos la manteca de karité al baño maría, y en ese mismo baño calentamos el aceite de rosa mosqueta.
- Cuando las dos cosas estén a la misma temperatura, echamos la rosa mosqueta en el recipiente de la manteca de karité.
- Removemos hasta que la mezcla sea completamente homogénea.
- Apartamos del fuego y dejamos enfriar
- Cuando la mezcla esté por debajo de los 40ºC, añadimos el aceite esencial de árbol del té y removemos hasta que esté perfectamente incorporado.
- ¡Listo para usar!
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