Con el calor y el sol de verano la piel se seca y sufre más de lo habitual ¿Tienes ya algún plan de rescate? ¿Estáis pensando en ir a un balneario o centro de belleza? ¡Puedes rescatar tu piel y recuperar su brillo y lustre natural en casa!
La piel hay que cuidarla todo el año: hidratarla, exfoliarla… en estas fechas es recomendable hacer un tratamiento más “de choque”; hay que hidratarla bien y eliminar la piel muerta, para que absorba mejor los productos hidratantes y nutritivos que se aplican posteriormente.
¿Y cómo lo hacemos? Nosotras usamos mascarillas caseras, hechas con ingredientes que todos tenemos por casa (y si no, muy fáciles de conseguir en cualquier herbolario). En cuanto tenemos un día libre nos embadurnamos de los pies a la cabeza, literalmente, y dedicamos unas horas a mimarnos y recuperar nuestro brillo. Os contamos nuestra rutina:
Antes de nada, hacemos nuestro exfoliante casero: mezclamos sal marina (de grano fino, ya que el grano gordo es demasiado abrasivo) con algún aceite que tengamos por casa. Vale el de oliva (que ese seguro que lo tenéis todos), de almendras, de coco… ¡el que sea! Removemos hasta que formen una pasta homogénea, y ¡ya está! También podemos añadirle, si queremos, unas gotas de zumo de limón, ya que su ácido ayuda a eliminar la piel muerta ¡Más fácil imposible!
¡Empezamos por la cara!
Primero, hemos de retirar toda la piel muerta. Aplicamos nuestro exfoliante casero con movimientos circulares suaves en el rostro, evitando la piel de alrededor de los ojos, que es muy delicada, e insistiendo en las zonas más problemáticas, como pueden ser la barbilla, las mejillas… Al terminar, retiramos los restos con agua templada (¡no uséis jabón!) y ya tenemos la cara lista para el siguiente paso.
Después, toca limpiar, hidratar y nutrir la piel. Para eso tenemos otra mascarilla estupenda con base de arcilla natural. Esta mascarilla limpia los poros en profundidad, previene la aparición de puntos negros, el acné, las espinillas y además deja la piel suave, suave. Antes de pagar para que os hagan una buena limpieza facial ¡hacerla en casa! Con esta mascarilla no hay margen de error. Tenemos dos variantes, dependiendo de vuestro tipo de piel:
Mascarilla limpiadora para piel grasa, con acné o con manchas (100gr):
Arcilla - 40gr
Aloe vera/agua - 20gr
Zumo limón - 25gr
Aceite de oliva/almendras/coco... - 15gr
Mascarilla limpiadora nutritiva, para piel mixta y normal
Arcilla - 40gr
Aloe vera/agua - 20gr
Zumo de pepino - 25gr
Aceite de oliva/rosa mosqueta - 15gr
Para prepararla, primero mezclamos los componentes acuosos: el agua o aloe vera y los zumos. Después añadimos la arcilla, removiendo hasta que quede una pasta. Una vez hayamos incorporado totalmente la arcilla a los líquidos, iremos añadiendo el aceite poco a poco, sin parar de remover, hasta formar una pasta homogénea que sea fácil de extender. Cuando tengamos todo listo, aplicamos una capa generosa de la mascarilla en la piel y esperamos a que seque, unos 15 minutos más o menos. Retiramos con agua tibia y ¡listo!
Ya tenemos la cara exfoliada, limpia e hidratada. ¡Ahora nos toca el cuerpo! El mismo exfoliante que preparamos para la cara lo usaremos en el cuerpo, extendiéndolo con movimientos circulares (podemos hacer más fuerza que en la cara, puesto que la piel es más dura) y haciendo hincapié en rodillas, codos, o zonas donde notéis que los pelitos se os enquistan más. Una vez hayáis repasado todo el cuerpo, retirad el restante con agua tibia pero sin jabón, ya que éste quitaría el aceite y perdería su función hidratante.
¡Y ya está! ¿Veis lo fácil que es cuidarse sin gastarse un duro? Con ingredientes que tenemos en casa y un poquito de tiempo, nos podemos hacer una sesión de spa en casa que no envidia a los centros más lujosos. Os animamos a probar, y de paso, ¡nos contáis qué os ha parecido!
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