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jueves, 7 de septiembre de 2017

¿Cómo leer las etiquetas de los cosméticos?


SUSTANCIAS PELIGROSAS EN COSMÉTICOS



¿Cuándo fue la última vez que te paraste a leer la etiqueta de un producto?

A pesar de que casi todos somos conscientes que los cosméticos -y otras sustancias que usamos en nuestro aseo personal- contienen sustancias que posiblemente no sean lo mejor que podemos usar en nuestro cuerpo, sigue siendo verdad que la mayoría de las veces ni nos paramos a mirar qué contienen las cremas, champús, desodorantes o pintalabios que usamos a diario.

Lo peligroso de este asunto es que todos estos productos que la mayoría usamos a diario, contienen un montón de sustancias nocivas para nuestro cuerpo, que en el peor de los casos pueden provocar incluso cáncer. Sabemos que puede resultar un rollo pararse a leer cada uno de los ingredientes que llevan los productos que usamos, pero, ¿realmente merece la pena arriesgarse, por no perder un minuto en echarle un ojo a la etiqueta?

Para hacerte la tarea más fácil, aquí dejamos una lista de los productos más comunes y cómo detectarlos. Además, te proponemos que cojas el bote de champú que uses habitualmente y compares la etiqueta con lo que listamos a continuación. Seguro que te sorprendes.

1.    ACEITES Y GRASAS DERIVADAS DEL PETRÓLEO
Los derivados del petróleo son unas de las sustancias más comunes, y los encontrados en prácticamente todos los productos que usamos a diario. La razón de su uso masivo es que son muy baratos, mucho más que sus alternativas naturales como el aceite de aguacate, de almendra, de oliva…

Estas sustancias cubren nuestra piel formando una película sobre ella, tapando los poros y evitando la eliminación de toxinas y otras funciones fisiológicas. Esto provoca que aparezcan rojeces, irritaciones, acné… Es muy común que al dejar de usar estos productos, la piel parezca más estropeada que al principio de usarla.

¿Cómo reconocerlos?  Estas sustancias están marcadas como: aceite mineral (mineral oil), paraffinum, paraffinum liquidum, petrolatum, y también otros derivados como ozokerite, ceresin, vaselina, cyclopentasiloxane, Cyclohexasiloxane, Cylometihicone, Dimethicone, Paraffin, Acrylates y Acrylamides

2.    FTALATOS (PHTHALATE)
Son sustancias disolventes y suavizantes. Su uso en juguetes y artículos de puericultura fue prohibido por la Comisión Europea, pero sin embargo en cremas, esmaltes de uñas, perfumes, lacas de pelo y desodorantes su uso sigue siendo muy común.

Estas sustancias son disruptores hormonales, lo que significa que pueden provocar daños en el sistema reproductor y endocrino, y por si esto fuera poco, aumentan el riesgo de padecer cáncer y asma.

¿Cómo reconocerlos? Evitar DEHP, DBP, BBP3, DINP, DIDP y DNOP, Diethyl Phathalate, Dimethyls Phathalate

3.    PARABENOS
Seguro que has oído hablar de los parabenos en los últimos años, ya que ahora son muchas las marcas que publicitan sus productos “sin parabenos”. Se usa en la cosmética como antimicrobiano, es decir, es un bactericida y fungicida que alarga la vida de los cosméticos, de manera que se mantienen en buen estado durante más tiempo.

Los parabenos también son disruptores hormonales, al igual que los ftalatos: provocan trastornos hormonales y pueden favorecer el crecimiento de tumores.

¿Cómo reconocerlos?  Evita los productos con sustancias terminadas en -paraben, como  Methylparaben, Ethylparaben, Butylparaben y Propylparaben.

4.    EMULSIONANTES
Los emulsionantes no son tóxicos en sí mismos, pero contribuyen a eliminar el factor protector natural de la piel, por lo que se vuelve más vulnerable a agentes externos, y más receptivo a otras sustancias, incluídas las tóxicas. Legalmente no está permitido usar más de 5 emulsionantes por producto, porque suelen llevar dioxinas, que son reconocidos carcinógenos.

¿Cómo reconocerlos? Suelen aparecer como PEG seguido de un número, aunque también como PPG, Polyehtylene, Hidroxyporpyl y steareth, ceteareth (y otras terminadas en -eth).

5.    AGENTES DETERGENTES
Por el nombre os podéis hacer a la idea de en qué productos se usa: champús, geles de baño, de manos, dentríficos ó jabones de la cara. Suelen ser sustancias muy irritantes que se almacenan en la piel conforme se usan: en el corazón, el hígado, los pulmones… además afectan al sistema inmune y pueden aumentar el riesgo de cáncer. Para que os hagáis una idea, en los laboratorios se usan para inducir mutaciones en bacterias.

¿Cómo reconocerlos? Suelen tener laureth/lauryl sulfate en el nombre. Los más comunes son Sodium laureth sulfate y Sodium lauryl sulfate. Estad atentos también a Ammoniun Lauryl Sulfate, Disodium Laureth Sulfosuccinate y Sodium Myreth Sulfate.

6.    PHENOXYETHANOL
Se usa como conservante y bactericida. Su uso en cosmética está limitado al 1%, pero es muy importante no usarlo en productos para bebé ni para mujeres embarazadas o lactantes, ya que puede almacenarse en el corazón del niño.

¿Cómo reconocerlo? Aparece como Phenoxyethanol en las etiquetas.

7.    DIETANOLAMINA
Es una base detergente y espesante y que se usa como regulador del ph de los productos. Es considerado un químico extremadamente peligroso por ser un posible agente cancerígeno y generar alergias y alteraciones en el sistema hormonal y reproductivo.

 ¿Cómo reconocerlo? Aparece como DEA en las etiquetas.

8.    TRICLOSAN Y OCTIFENOL
El triclosan y el octifenol son otros dos potentes conservantes bactericidas. Son disruptores hormonales, y pruebas en laboratorios han demostrado que su uso y la exposición a ellas aumenta considerablemente el riesgo de padecer cáncer de mama.

 ¿Cómo reconocerlos? Aparecen como triclosan y el octifenol en las etiquetas.

9.    FILTROS SOLARES
Usar una buena protección solar es muy importante, porque previene el cáncer de piel, el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas… sin duda, abogamos fielmente por el uso de protector solar durante todo el año.

Sin embargo, muchos de los protectores que usamos habitualmente, mientras que si protegen nuestra piel del sol y evitan que nos quememos, pueden provocar otros efectos secundarios nada agradables.

Los filtros UV de origen químico provocan muchas alergias, se acumulan en nuestro organismo, y algunos son disruptores hormonales, como el El Benzophenone, uno de los más usados, que además puede afectar al sistema nervioso.

¿Cómo reconocerlos? Evitar Benzophenone, Camphor Benzalkonium Methosulfate, Octocylene, Ethylhexyl Methoxycinnamate, Triazone, Drometrizole Trisiloxane.

10.  COLORANTES
Son las sustancias que, como el nombre claramente indica, dan color a nuestros productos. Bastante innecesario, ¿no? Pues bien, muchas de estas sustancias que hacen que tu champú preferido sea color azul tornasolado son muy cancerígenas, especialmente los derivados del pretróleo.

¿Cómo reconocerlos? Sus nombres incluyen las sílabas anilin o anilid (como el acetanilid), las siglas HC (HC Orange 3) o CI seguidas de un número (CI 17200), o nombres más sencillos como Acid (Acid red 73, 33) o Pigment (Pigment Green 7).

11.  FRAGANCIAS ARTIFICIALES
Las fragancias son sustancias cuyo cometido es hacer que lo que nos echemos en la cara, en el pelo, o en la piel, huela bien. Si os parais a mirarlos, os daréis cuenta de que casi todos los productos que usamos habitualmente llevan fragancias artificales.

Estas sustancias causan alergias, pueden ser las culpables de que nos den fuertes dolores de cabeza, mareos, tos, manchas en la piel…
¿Cómo reconocerlos? El acetil hexametil, bromocinnamal o tonalide son de los más comunes. También se esconden bajo el nombre de Parfum, Fragance o Aroma.

12.  FORMALDEHIDO Y LIBERADORES DE FORMALDEHÍDO
El Formaldehído y los liberadores de Formaldehído son antimicóticos, lo que significa que previenen la aparición de hongos, y moho. Esto hace que se use no solamente en el sector cosmético sino también en el de fabricación de muebles y materiales de construcción. En cosmética, el uso del formaldehído en sí está prohibido, pero no se ha prohibido el uso de los liberadores del mismo, y los fabricantes se han aprovechado de ésto, ya que es un conservante muy barato.

Es altamente cancerígeno y además puede provocar dolores articulares, de cabeza o de pecho así como alergia, irritación y envejecimiento prematuro de la piel, daño en las membranas celulares y malformaciones en los fetos.

¿Cómo reconocerlos? Evitad los siguientes ingredientes: Formaldehide, Aldioxa, Alcloxa, Allantoin, DMDM Hydantoin, DMDM Hydantoin, Diazolidinyl Urea, Imidazolidinyl Urea.

13.  ALUMINIO
El aluminio en cosmética se usa principalmente en desodorantes antitranspirantes, y su uso está relacionada con el cáncer de mama (al no poder liberar las toxinas, se depositan en las glándulas linfáticas bajo los brazos, y esta acumulación de toxinas está relacionado con los tumores cancerígenos de mama), así como con el Alzheimer (se han encontrado cantidades importantes de este metal en los cerebros de pacientes de esta enfermedad).

¿Cómo reconocerlo? Se esconde bajo nombres como Aluminium Chloride, Aluminum Chlorohydrex, Aluminium Chorhydrate, Aluminum Chlorohydrex PG, Aluminum Fluoride.

14.  EDTA
El ácido Ethylenediaminetetraacetic (EDTA) es un aditivo que se encuentra en muchos artículos cosméticos. Se acumula en el organismo junto a metales pesados y resulta difícil de eliminar.

¿Cómo reconocerlo? Siempre aparece seguido de las siglas EDTA.

15.  MERCURIO
El mercurio es un metal pesado altamente tóxico y difícil de eliminar para el organismo, sin embargo, su uso en cosméticos está permitido siempre que la concentración no pae del 0.007%. Aún así, nosotros te recomendamos que mejor lo evites.

El mercurio puede causar daño a los riñones, reducción de la capacidad de la piel de resistirse a hongos e infecciones bacterianas, así como irritación y otras reacciones.

¿Cómo encontrarlo? Busca tiosalicilato de etilmercurio en las etiquetas y ¡evítalo!

16.  ANTIOXIDANTES SINTÉTICOS
Como el butil-hidroxi-tolueno, BHT o E-321; o el Butil-hidroxi-anisol también conocido como  BHA o E-320. Estas sustancias se usan como aditivo en cosmética y alimentación, y proviene de la industria petrolífera. Se ha comprobado que en dosis relativamente altas afecta la reproducción en animales como la rata, por lo que la OMS ha limitado recientemente la cantidad de ingestión diaria admisible.

¿Cómo reconocerlo? Aparece en las etiquetas como BHT, E-321, BHA o E-320.

17.  TALCO
Quizá te sorprende saber que el talco, presente en numerosos cosméticos de uso diario como el maquillaje o los polvos para bebé, es químicamente similar al amianto o asbestos, sustancias conocidas por su alto riesgo de cáncer.

El talco tapona los poros, impide el correcto funcionamiento de estos y se ha demostrado que su uso prolongado en la zona genital puede provocar cáncer de ovarios. Cuando es inhalado, el talco puede provocar problemas respiratorios.

¿Cómo reconocerlo? En las etiquetas aparece bajo el nombre Talc, Talcum o Talcum Powder.

Más información sobre los ingredientes en esta publicación



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