Ay, el verano. Tiempo de solecito, de playa, de terraceo, buen tiempo… ¡cómo nos gusta el verano! Estamos deseando coger unos días de vacaciones para poder ponernos al solete tranquilamente, sin preocupaciones, sin móvil… ¡pero siempre bien protegidas! Porque… usáis crema solar siempre, ¿verdad? ¡Esperamos que sí! Sin embargo, queremos contaros alguna cosa sobre los protectores solares que nos tiene muy escamadas… ¡seguid leyendo!
Aunque a casi todas nos encanta coger un poco de color durante el verano, ya sabéis que hay que tener mucho cuidado con la exposición al sol si no queremos acabar quemadas y rojas como una gamba. Aparte de lo incómodo y doloroso que resulta, quemarse tiene efectos muy nocivos para la salud: puede provocar melanoma (cáncer de piel), nuestra piel envejece mucho antes, se seca, se cuartea…
Por supuesto, no os estamos diciendo que no toméis el sol. Eso sería una barbaridad, puesto que el sol es imprescindible para la vida, nos aporta vitaminas necesarias para que nuestro cuerpo funcione y además nos pone las pilas a tope y nos llena de alegría. Lo único que decimos es que hay que tomar el sol de manera responsable, y sobre todo, ¡siempre protegidas!
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de protegerse? Antes de nada tenéis que saber que hay dos tipos de rayos solares que pueden ocasionar daños en nuestra piel: los UVA (ultravioleta A), que atacan las capas más profundas de nuestra piel y están vinculados a la aparición de melanomas; y los UVB (ultravioleta B), que afectan a las capas externas de la piel y ocasionan quemaduras. Los protectores solares llevan compuestos que bloquean estos rayos para proteger nuestra piel de sus agresiones.
¿Qué protector solar debemos usar? Pues hay varios tipos:
- Protectores químicos, que son la mayoría de los que compramos. Estos productos contienen sustancias nocivas y cancerígenas como Methyl-benzylidene camphor (4-MBC), benzophenone-3 (Bp-3), octyl-dimethyl-PABA (OD-PABA), diethyl phthalate homosalate (HMS), octyl-methoxycinnamate (OMC). Además muchos no protegen contra los rayos UVA pero sí contra los UVB, de manera que nos ponemos morenos sin quemarnos, pero los UVA siguen atacando las capas más profundas de nuestra piel.
- Protectores solares físicos, llamados también protectores de pantalla total, que reflejan la luz del sol para proteger nuestra piel, como el óxido de zinc.
- Hay aceites naturales como el de aguacate, el de zanahoria, el de frambuesa o la manteca de karité que son estupendas alternativas naturales a los protectores químicos.
Nosotros, obviamente, os recomendamos que uséis cualquiera de las dos últimas alternativas, aunque usar un protector físico es la manera más fiable de asegurar que no nos quemaremos. Aparte de los ingredientes nocivos que contienen, hay evidencias de que puede incluso aumentar las posibilidades de cáncer.
Sabemos que puede resultar complicado encontrar un protector que cumpla todas nuestras necesidades y que además no sea peligroso para nuestro cuerpo, así que os dejamos con el link a la guía del sol de EWG, donde podréis encontrar productos para todas las necesidades y bolsillos.
Y ahora, ¡a disfrutar del sol!
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