A estas alturas seguro que os habéis dado cuenta de lo mucho que nos gustan los aceites esenciales. Son productos naturales, versátiles, saludables… y como hay tantos, ¡siempre hay de dónde escoger! Hoy os venimos a hablar de uno de estos “aceites milagrosos”: el aceite de romero.
El aceite de romero se obtiene de las flores, los tallos y las hojas de planta de romero (¡seguro que esto os lo imaginábais!), e históricamente ha sido muy usado por las diferentes culturas mediterráneas, al ser una planta autóctona de esta zona. Aparte de oler de vicio, este aceite tiene multitud de usos, tanto medicinales como cosméticos, y es por esto por lo que nos gusta tanto.
¿Cómo lo usamos nosotras?
El aceite de romero es hidratante y regenerante, antimicótico y antimicrobiano, calmante y antiinflamatorio… como veis, ¡vale para todo! Seguro que después de leer sus propiedades se os han ocurrido mil usos, así que vamos a contaros para qué lo usamos nosotras específicamente. Recordaros que, como todo aceite esencial, es mejor que lo mezcléis con otros productos como el aceite de coco o el aceite de oliva, ya que su alta concentración puede causar reacciones en la piel si la tenéis sensible.
En aromaterapia: Este uso nos encanta. El aceite de romero ayuda a agilizar la mente, a mejorar la memoria y a calmar los nervios. En época de exámenes o de mucho trabajo, inhalar algo de este aceite mejorará nuestra productividad y nos despejará la mente.
Con vahos: Aparte de mejorar nuestra capacidad de concentración y producción, inhalar los vahos del aceite de romero puede ayudar muchísimo a la gente con problemas respiratorios provenientes de alergias o resfriados, ya que despeja las fosas nasales. Además, fortalece el sistema inmunológico.
Para la piel: es un excelente hidratante y regenerante, como os hemos dicho. Ayuda a la desaparición de marcas, estrías, cicatrices… Tonifica la piel, ayuda a la prevención de arrugas, y al ser antimicótico puede usarse en heridas superficiales, pequeños arañazos, cortes… para evitar que estos se infecten.
Para el pelo: masajear nuestro cuero cabelludo con aceite de romero ayudará a que nuestro pelo crezca más, y con más fuerza y grosor, previene la caída del cabello y lo hidrata, mejora la circulación, y además es un tratamiento efectivo contra la caspa.
Para masajes: las propiedades medicinales del romero se obtienen a través de su uso en masajes. Ayuda a bajar la inflamación de articulaciones, músculos, y otras zonas afectadas por golpes o enfermedades como artrosis o artritis, ayudando a calmar el dolor. En problemas digestivos se recomiendan masajes en el bajo vientre.
Para tu boca: usado en dentífricos o como enjuague bucal, ayuda a tratar la halitosis, y fortalece encías y dientes.
¿Dónde conseguirlo?
El aceite de romero es muy fácil de conseguir, pues es un producto popular y con muchos usos. Como siempre, os recomendamos comprarlo en vuestro herbolario de confianza, donde podréis aseguraros de su origen ecológico y orgánico.
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